Más que la adaptación de una novela de Francisco Casavella, El idioma imposible  parece un homenaje al escritor. Casavella murió sin ver terminada la  película, pero estoy casi seguro de que se habría reconocido en él. Esta  adaptación de la tercera y última entrega del ciclo de El día del watusi  es muy fiel a la pausa y la descripción del autor, a su configuración  de personajes y situaciones límite, al filo siempre de la tragedia pero  con los suficientes, necesarios, elementos de distanciamiento. También  define muy literariamente la Barcelona canalla que tanto gustó de  describir Casavella. Andrés Gertrudix, el protagonista, acude al  hieratismo para sobrellevar la composición de un personaje desangrado  por la vida, la vida imposible.
Quim Casas (El Periódico)
 
